En ocasiones, surgen problemas con nuestra pareja que no sabemos como resolver. Este deterioro hace que las relaciones lleguen a su fin, por lo que se produce la separación o el divorcio.
La mediación familiar no será aplicable en aquellas situaciones en las que una de las partes no quiera llegar a ningún tipo de acuerdo. Además, en casos de violencia hacia una de las partes o enfermedad grave también se trata de evitar este tipo de solución de conflictos.
La mediación reduce la conflictividad y los daños emocionales de los hijos, ayudando a su vez a los padres y madres a hacerse responsables de las labores familiares que les corresponden.
El proceso de mediación familiar, puede tener lugar previamente a un proceso judicial, una vez iniciado el mismo paralizándolo, o posteriormente a la sentencia judicial si se buscase una modificación de la misma acordada por las partes.
En el caso de rupturas de parejas,...